La adicción como enfermedad, una triste realidad en México.

La adicción ya no se considera un problema de debilidad de carácter. Hoy se entiende que es una enfermedad crónica que modifica el cerebro y requiere de tratamiento especializado. En México, la adicción es un problema serio que va en aumento. En la última década, el consumo de sustancias psicoactivas ha crecido, especialmente entre los jóvenes.

Un estudio publicado en 2020 por la Secretaría de Salud, señala que el consumo de sustancias psicoactivas aumentó un 26% entre 2010 y 2020. Y datos del 2022, indican que el consumo de anfetaminas, metanfetaminas, éxtasis o estimulantes de uso médico creció 218 por ciento, siendo las sustancias con mayor demanda de tratamiento.

Desde el punto de vista médico, la adicción se clasifica como una enfermedad crónica, y como tal, requiere de tratamiento integral y de largo plazo. Diversos estudios científicos muestran alteraciones en la química del cerebro en personas adictas. Se afectan áreas que regulan el placer, la motivación y el control de impulsos.

Además, los efectos de la adicción no se limitan a quien la padece. También dañan a la familia y provocan problemas de salud mental, laboral e incluso legal. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la adicción es un factor de riesgo para problemas de salud como enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, algunos tipos de cáncer, problemas de salud mental, y accidentes de tránsito.

Esta situación demanda una respuesta seria de las autoridades. Se necesitan más centros de tratamiento, campañas de prevención efectivas, y sobre todo, un cambio en la forma en que se entiende la adicción. Hay que dejar de estigmatizar a las personas y brindarles el apoyo que necesitan para salir adelante.